lunes, 18 de marzo de 2013

Crema de remolacha y manzanas



Creo que cocinar me ha dado la paz que realmente necesitaba, es sencillamente relajante y lo recomiendo para quien esté pasando por un período de bajón emocional.
Hoy fui a la guardería de mi hijo, y les dije que el niño quería agua: Me vieron con cara de ..."Qué dice esta"  y yo les vi con cara de...¿Cómo se les ocurre no entenderme?!!!!!
 Mi trabajo ahora consiste en hacerme en entender en alemán y tras un año en este país aún la gente me ve con cara de duda porque no entienden lo que digo ¿Tan mal lo hago? Da igual, salí de allí, dije educadamente Tchüss (chao) y mientras caminaba, sujetando mi bufanda para afianzarla en mi cuello, pensaba que daba igual, yo era más fuerte que eso. Tenía que pasar por encima de esas cosas y restarles importancia. Y bueno, no es que me sienten siempre bien, pero no tengo otra opción. He llegado aquí a casa, he limpiado las alfonbras y me hice un café brasileño mientras me proponía seguir estudiando (aún con más ahínco) el alemán. Mientras me tomaba el café, miré por la ventana y vi los tejados grises de Karlsruhe coronados por los humos grises de algunas chimeneas. Hacía frío pero hoy el tiempo mejora. Las cosas mejoran (tengo que repetirme esto) y decido escribir y sentirme feliz  traduciendo las recetas del alemán mientras lo aprendo, la receta viene de la revista Essen und Trinken, noviembre de 2010.
 Me siento bien ahora, ¡sí, señor ! Esta receta que traigo es el resultado de meses de estudio ¡Yo he podido entenderla y hacerla cuando sus instrucciones estaban en este terribleman!  La verdad jamás probé una sopa de remolacha, pero el resultado fue más que agradable, todos la comimos, aún mi esposo a quien la remolacha le repugna. Esto es un gran logro.






1 comentario:

  1. Está muy buena, me la guardo.

    Besos y ¡te felicito por los logros idiomáticos y culinarios!

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