domingo, 20 de enero de 2013

Bienmesabe de coco (Receta)


Aquí traigo una receta para comenzar este blog. Es mi preferida porque me encanta el coco sobre todo en su variante dulcera. 
Ahora mismo en Karlsruhe, la ciudad donde vivo, estamos a -6 grados. Yo nunca había experimentado la sensación prolongada de vivir en un refrigerador. Salir a la calle sigue siendo para mí  una tortura. Así que digamos que el invierno es una especie de casa por cárcel, agradable, si se quiere, porque generalmente las casas son confortables y los espacios interiores se suelen adecuar perfectamente a las estancias prolongadas  de la familia. 
Como añoro mi caribe y mi playita y mi sol, sobre todo en estas fechas, me puse a hacer un Bienmesabe de coco. Busqué en internet las recetas posibles y de todas me quedé con la receta de Doña Marta, la página no tiene desperdicio y en lo que respecta la cocina venezolana, suelen salir las recetas bastante bien.

En este caso yo decidí que las proporciones de la receta de Doña Marta eran bastante hiperbólicas,mis cambios en la receta fueron los siguientes:

1) Ok, sí, yo quiero comer bienmesabe, pero echarle 18 yemas a la crema me parecía una exageración.
2) El  vino jerez dulce del que ella habla no lo encontré por ninguna parte en Alemania así que me tocó buscar un Oporto en sana sustitución.
3) Las cantidades de azúcar me parecían excesivas, pero como dudé un poco las respeté por conservar la receta en su mayor medida y ¡Oh , sorpresa!, Doña Marta va a ser que no tenía razón porque quedó bastante dulce, aunque delicioso, pero muy dulce. 

Dicho esto, procedo a explicar la primera parte que fue preparación del bizcocho.

Bizcocho:


En este punto he de decir que usé exactamente la mitad de las dimensiones sugeridas por Doña Marta en su receta. Respetando, eso sí, la manera exacta de hacer el bizcocho.

Pasos:

1. Batir las claras a punto de nieve. (Yo las batí hasta que estaban duras, tipo merengue).
2. Echar poco a poco el azúcar.
3. Posteriormente las yemas.
4. Cernir la harina con el polvo de hornear.
5. Dejar de batir con la batidora y proceder  a usar una cuchara cómoda para que quede bien mezclado todo.

Y a mí la masa me iba quedando así:


El resultado tras unos 40 minutos en mi horno a 180 grados fue algo como esto:


El tiempo de cocción varía según tu horno, así que solo puedo aconsejar un tiempo aproximado de 30 minutos, dependiendo de la potencia que tengas. Si eso el truco del cuchillo delgadito es un buen indicador, si sale limpiecito,de que tu torta está lista.


Ahora bien,

La crema



La crema es en realidad lo más difícil. La preparación del caramelo genera dudas, lo mejor es dejarlo bastante espeso, que se forme una película ligeramente pastosa en la cuchara donde se cocina. Tras esta operación echar la mezcla de la leche de coco y las yemas a ese caramelo pastoso que usted ya hizo. Batir, batir a fuego lento la mezcla. Agregue el poquito de sal y cuando vea que todo queda con textura de crema, apague y deje enfriar.

Pero...




 Sacar la leche de coco al coco

Agarrar el coco y medio y sacarle la pulpa.

A esta pulpa se le agrega  agua caliente, la suficiente para que se al licuarla y colarca podamos tener una cantidad de leche de coco de más o menos 1 taza. 

Una opción también y la que yo hice y me funcionó igual es comprar la leche de coco ya lista y echarle la taza de leche de coco a las 9 yemas. 
 




Ha llegado la hora de cortar el bizcocho.

Mi bizcocho no era grande, yo lo corté dos veces pero usted puede cortarlo más veces si lo desea. A cada capa agregarle la crema ya fría. Y la operación es; vino en el bizcocho, crema, poner la otra capa. Vino en el bizcocho, crema, y la otra capa.

Y así hasta que le quede su bizcochuelo armado, el mío quedó, como pueden ver, con manchas tintas de vino, les aseguro que estaba delicioso, tanto, que yo creo que engorde un kilo comiéndomelo casi entero, ups.



miércoles, 16 de enero de 2013

uno de los ingredentes, del cual me tomé una copita...

Hacer recetas paso a paso

La primera entrada de este blog explica de alguna forma de lo que se trata este aparato que acabo de inventar en un día frío de enero. En Karlsruhe, la ciudad en donde vivo desde hace un año, no hay muchas actividades interesantes en mi idioma materno, y sobre todo, si ocurriera el milagro inexplicable de que la ciudad me garantizara sentirme como en casa, difícilmente me encontraría una temperatura coherente que me ofrecicera la comodidad de salir sin pensar constantemente en el clima.

El clima: Das clima. Y esa es la consigna siempre de quienes añoramos disfrutar una tarde cualquiera de invierno. Por esta razón yo he decidido dedicar mis tardes, ya que puedo y agradezco en verdad esta enorme suerte, para cazar recetas ya bien sea por internet o por libros que me quiero comprar y hacerlas. 

Mi país de origen, Venezuela, tiene hermosos sitios a los cuales visitar, es un lugar maravilloso donde un clima tropical de todo el año se combina con la calidez de la gente, sus sonrisas amplias, sus chistes fáciles, su capacidad prodigiosa para la exageración. Yo no vivo allí, como ya dije, vivo aquí, y en este sitio busco un poco recrear aquellas recetas, primero, de mi país para sentirme un poco como en casa, luego, de las cosas que me gustan. 
Entonces, yo solo comienzo esta tarea que no sé si continúe, pero que procuro sea de utilidad para todo aquél que quiera hacer una receta tal cual ve en el libro y no le sale o tiene dudas de cómo puede resultar el plato desde las rudimentarias capacidades de un cocinero principiante medio. Aunque cocino todos los días, no soy una cocinera profesional, por eso busco, huelo y capturo las recetas para hacerlas a mi manera, respetando a grosso modo la receta inicial.

Así, ilustraré cómo lo he hecho y seré sincera con resultado. Si sale mal, sale mal. Ya saben entonces que como lo hice yo, no sirve en esa ocasión, si sale bien, pues ya ven que la receta funciona para cocineros como nosotros.